El Festival
¡Viva la Música!

“Música para compartir,
no para competir”

Ethel Batres

 

El Festival es un espacio para que niños, niñas, jóvenes y maestros puedan compartir cantando y tocando. Se realiza en la ciudad de Guatemala, en el escenario que se especifique. A lo largo de 24 ediciones hemos sido cobijados en auditorios de escuelas públicas, de institutos nacionales, de colegios privados, en el Paraninfo Universitario, en el Auditorio del Conservatorio Nacional, en el Auditorio del IGA, en el Auditorio de la AGAYC y en el Parque de la Industria cuando ha sido la FILGUA – Feria Internacional del Libro en Guatemala, nuestro principal auspiciador.

En el año 2021 tenemos planificado realizar el XXV FESTIVAL, pero todo dependerá del curso que vaya tomando la pandemia. Esperen noticias de fecha y lugar.
Mientras tanto, dejamos a ustedes nuestra filosofía del mismo, para que se inspiren y motiven.

El festival…

Espera ser un espacio para que niños y jóvenes guatemaltecos puedan manifestarse a través de la interpretación musical, vocal o instrumental… Un escenario para el arte escolar… Una oportunidad para que los educadores musicales puedan mostrar su trabajo… Un momento de encuentro con el arte en la escuela… Un punto de contacto entre maestros, padres de familia y un evento cultural de reconocida trayectoria en Guatemala… Un instante para que se escuche la música que no tiene difusión masiva, que pudiera estar quedando olvidada, pero que nos enlaza con la realidad, con la identidad, con la multiculturalidad de nuestro país… un instante sonoro que puede significar formativamente el descubrimiento de mil posibilidades expresivas para un niño o una joven, una aventura que sale de los límites de la escuela, un momento grato… en fin… una fiesta para decir: ¡Viva la música!

Esperamos que el Festival convoque intersectorialmente a establecimientos públicos y privados, de la capital y de los departamentos, de los niveles pre-primario, primario y medio; de los distintos grupos etnolingüísticos del país.

Deseamos que la música que se presente sea de alta calidad formativa para los niños y jóvenes. Que enriquezca sus vidas con elementos sonoros que la comercialización cotidiana pudiera haber menoscabado. Que permita traer a escena aquella música que representa a las comunidades lejanas o cercanas que normalmente no tienen acceso a ser escuchadas, pero que revisten enorme valor por sus características intrínsecas de pervivencia cultural. Que nos permita disfrutar con música alegre o nostálgica, rápida o lenta, pero siempre sentida, vivida y disfrutada por quienes la realizan. Que trascienda el concepto mediático de la moda y que retome, sin distingos de época, formas, ritmos y rasgos compositivos que le confieren un valor artístico que merece ser legado a generaciones posteriores. Que rescate nuestras voces, nuestras canciones, nuestras formas expresivas musicales, los timbres instrumentales propios y ajenos, aunque sean inusuales en el paisaje sonoro contemporáneo. Que nos haga sorprendernos con la belleza que está al lado la cual, quizá, no habíamos escuchado.

Porque creemos sinceramente en la música y en su poder para convocar, para unirnos, para ayudarnos a crecer. Porque sencillamente hacer música es parte de la transformación social que esperamos… no dejemos de participar…

¡Viva la Música!

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Porque creemos en los principios de la educación por el arte, en los cuales la música es un aporte más al desarrollo humano, y no una lucha por los galardones.  Esperamos contribuir  a la formación de una generación que desee hacer bien las cosas, por el gusto mismo de ellas, mientras disfruta haciéndolas.  No deseamos promover el competir, sino el compartir.  En oposición a una época que enaltece  una excelencia superficial que se logra corriendo a toda costa tras metas impuestas, y muchas veces efímeras,  confiamos aún en el desarrollo de la sensibilidad, que nos puede hacer más humanos y,  ojalá, menos violentos y egoístas.  Musicalizar es más que cantar o tocar un instrumento. 

El proceso será completo, si tras el instrumento viene en realidad la música, y tras la música, un canto más sensible y más amoroso a la humanidad.

Esperamos que el impacto de la música trascienda este día de fiesta y se quede como acompañante de todos los días, profunda y rotunda en nuestros corazones.

Citamos las hermosas y sabias palabras de María Montessori:

“Todo habla de la paz, pero nadie educa para la paz, la gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y  ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para la paz”.

Puede participar toda agrupación vocal o instrumental escolar, comunitaria, religiosa, etc: bandas rítmicas, percusivas, melódico-percusivas, grupos stomp, agrupaciones marimbísticas, grupos de flautas, grupos pop y rock, orquestinas, estudiantinas, orquestas escolares, dúos, tríos, cuartetos, quintetos, orfeones, coros y otras modalidades y formas de agrupación. También puede haber combinaciones vocales e instrumentales. De igual manera, la incorporación de movimiento y danza es válida, aunque el énfasis continúa siendo la realización musical.

Las agrupaciones musicales pueden provenir de cualquier ámbito educativo, formal o no formal: escuelas, colegios, academias, iglesias, hogares de niños y jóvenes, grupos comunitarios, y otros. Pueden incorporar a niños y jóvenes comprendidos entre las edades de 2 a 18 años. Si son grupos vocales, es válida toda cantidad de integrantes a partir de dos. Pueden cantar a capella, con pistas o con acompañamiento instrumental. En cuanto a la participación de grupos instrumentales es totalmente variable y de acuerdo con las posibilidades de cada grupo (instrumentos convencionales, útiles sonoros, instrumentos con materiales reciclados, cotidiáfonos, instrumentos “inventados”, etc.). Los directores de las agrupaciones pueden ser maestros de educación musical, maestros de grado, músicos, aficionados, los mismos estudiantes o cualquier persona que ame la música y se proyecte y exprese con ella.

Se busca promover la creación escolar, sea individual o grupal. También estimular a los educadores musicales y directores de grupos musicales a realizar arreglos personales o creaciones para sus respectivos conjuntos. Por lo mismo, se solicita que al menos UNA MELODÍA O CANCIÓN de las que se presenten, sea creada por un miembro, varios o resultado de la creación colectiva. También son válidos los arreglos y adaptaciones nuevas realizadas por los miembros del grupo o por el director del mismo.

Asimismo, se espera la promoción de música que contribuya al desarrollo de la sensibilidad de los estudiantes; la elección del repertorio queda a criterio del director del grupo, aunque se sugiere privilegiar:

a) la música no comercial, para enriquecer el panorama auditivo de los estudiantes con música que no encontrarán fácilmente en los medios masivos de comunicación;

b)la música que identifique a los estudiantes con Guatemala, con sus distintos grupos etnoculturales, con el continente americano. En tal sentido, se invita a explorar en la música de procedencia garífuna, de origen maya, xinka y ladino de nuestro país.

c) la difusión de música de compositores guatemaltecos, tanto tradicionales y conocidos, como nuevos y contemporáneos. Se busca promover el surgimiento de creadores y arreglistas de música para ser utilizada en el ámbito escolar (aunque también fuera del mismo), los cuales pueden compartir tanto creaciones como arreglos en el ámbito de la actividad. Los maestros interesados en contribuir con su creación original para una publicación posterior, pueden dirigirse a la coordinación de este Festival.

d) la música experimental: incorporar sonoridades inusuales, combinaciones y efectos distintos (¿marimba e instrumentos electrónicos?, ¿utilería sonora de Joaquín Orellana en el grupo?, ¿flautas con utilería sonora?, botellófonos, cotidiáfonos, celulares y juegos electrónicos en función musical, etc.

e) la música que sin importar épocas, lugares o canales de difusión, gusta, impacta, desarrolla y enriquece a quienes participan tocándola.

f) la creación personal y colectiva. Se considera deseable y óptimo, si al menos una de las obras a presentar, pudiera ser original del director del conjunto o elaborada colectiva o individual por los estudiantes. (Este no es un requisito excluyente para poder participar, aunque es deseable y compatible con las finalidades de estímulo creativo que busca el festival).

En fin…

La música que rompe estereotipos e instaura nuevos paradigmas.

¡Esa música queremos escuchar!

¿Un reto… para nosotros y nuestros estudiantes? Sí; pero alcanzable.

¡Los aplaudiremos!

La organización del Festival ¡Viva la Música! brindará a los participantes

01
Escenario destacado para participación: Se avisará oportunamente el lugar
02
Micrófonos, sistema de amplificación, sillas para artistas.
03
Atriles, instrumentos específicos (Brindados por ¡Viva la Música!)
04
Colaboradores voluntarios para apoyar en acomodación, traslado de utilería e instrumentos necesarios, orden, etc.
05
Diplomas de participación: por establecimiento educativo, a directores, a intérpretes. (Brindados por Editorial Avanti)
06
Cada agrupación tendrá oportunidad de compartir tres intervenciones musicales como máximo. Si fueran muchos grupos, se reducirá a dos intervenciones. El promedio de tiempo por intervención (melodía, canción, ritmo) será de 2 minutos máximo, aproximadamente.
07
Refacción modesta para los niños y jóvenes
08
Los músicos se trasladarán al Festival por sus propios medios, salvo que se consiga un patrocinio para tal efecto, en el cual se priorizará a los establecimientos públicos del país.

ESTÉ ATENTO A LAS ACTUALIZACIONES, PARA LLENAR LA PÁGINA DE REGISTRO CORRESPONDIENTE CUANDO LLEGUE EL MOMENTO. LA PARTICIPACIÓN ES TOTALMENTE GRATUITA.